Va a llover. Lo sabes porque sopla esa brisa que hiela el ambiente y barre las calles. El nuevo álbum de Uniforms, editado por Oso Polita, arranca así, aunque hay más. Las nuevas canciones son la brisa y el escalofrío; son la lluvia y el trueno; pero también son el refugio en mitad de la tempestad.
Con su ya reconocible estilo, Uniforms vuelven con un disco demoledor. Grabado y mezclado por Raúl Pérez en La Mina, producido por Will Castellano y masterizado por Andrew Rose, este trabajo es lo que se esperaba de ellas multiplicado por diez. Con atmósferas densas hermanas de las de Slowdive, descargas energéticas al estilo de las mejores Lush y una elegancia digna de Beach House, Uniforms se hacen oír como un rayo en mitad de la noche.
Si a esto le sumamos unas letras marca de la casa, el resultado es redondo. En inglés o en español, las emociones y vivencias plasmadas en el LP provocan una profunda sensación de placidez. El cuarteto, como hiciera Jim Carrey en “El Show de Truman”, explora diferentes escenarios a través de historias cotidianas con las que te identificas rápidamente. Sin embargo, la fragilidad que transmiten, propia de quien desnuda su alma, es un disfraz. Al final del viaje ves que en realidad siempre tuvieron controlada la situación.
Uniforms son la tormenta perfecta. Deja de contemplarla, avanza y sumérgete en ella. Cuando menos te lo esperes, habrás cruzado al otro lado. ¿Es euforia eso que sientes?