
La fórmula de Cariño está clara: melodías pop que resultaba poco menos que imposible de sacarse de la cabeza, descaro en las letras y una frescura y una actitud que desde el primer momento llamó la atención de todo el mundo.
Después de casi seis años girando, prácticamente sin descanso, y dos discos que las han posicionado como una de las mayores potencias, y más reconocibles, del pop nacional, Cariño han decidido echar el freno de mano, y hacer un álbum en el que poder sentirse reflejadas fuera del frenesí de la vida de artista.
“Tanto por hacer” se desprende definitivamente del prefijo tonti, nos entregan un total de doce temas de POP en mayúsculas, con sonidos más orgánicos, pero sin perder ese toque ligeramente kawaii en los arreglos que tanto las identifica.