Con esta presentación una persona debe estar predestinada a ser conocida. No es noble por títulos ni rica por posesiones, lo es por impulso y creatividad.
Castellonense por partida de nacimiento y valenciano-lisboeta por elección, transmite al día a día un encanto estético en sus representaciones plásticas.
Hoy en día los artístas buscan en internet lo que Alejandra sigue buscando en carismáticos rastros por el mundo.
Además de adentrarse en casas derruidas para admirar el papel de la pared, disfruta como nadie pagando por un ventilador de 30 años que ya no funciona. “Exótico comportamiento” – piensa el vendedor introduciéndole en la bolsa un oxidado tostador inservible mientras lee en sus ojos codiciosos la intención de hacer no-se-sabe-qué con ello.
Miembro fundadora del Comando Marisol, serpentea felizmente entre la pintura para zambullirse cuando el tiempo acompaña en una marea multidisciplinar de happenings, street art, esculturas y un largo etcétera que transporta desde el Atlántico al Mediterráneo con tan solo un fin: crear sin cesar, no porque se acabe el tiempo, sino por necesidad.
Texto de Nacho Durá